Yakka, el pasodoble de Yecla para el mundo

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En 2007, el estreno del pasodoble Yakka, del compositor José Rafael Pascual Vilaplana, marcó un antes y un después para la Banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla. Lo que comenzó como una obra encargada para el certamen internacional de Valencia se ha convertido, en pocos años, en uno de los pasodobles más interpretados a nivel mundial, llevando el nombre de Yecla y su tradición musical a escenarios de todo el planeta.

Fuente

El pasodoble lleva el nombre de Yakka, la antigua fortaleza musulmana que precedió a la ciudad de Yecla, en Murcia. Esta referencia histórica subraya el vínculo de la composición con la identidad y el legado cultural de la región.

Según el arqueólogo Liborio Ruiz, Hisn Yakka fue un castillo árabe estratégico que floreció a mediados del siglo XII. Esta rica historia local inspiró a Vilaplana a componer una obra que, a través de su música, conectara el pasado de Yecla con su presente.

Un encargo muy especial

La Banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla decidió encargar este pasodoble en 2006 a José Rafael Pascual Vilaplana, al saber (tras ser reserva ese año) que participaría en el Certamen Internacional de Bandas de Música «Ciudad de Valencia» en 2007, un evento crucial en la historia de la banda. La obra fue concebida para ser el himno de apertura de su actuación en el prestigioso Palau de la Música de Valencia, y desde entonces ha acompañado a la banda en sus momentos más importantes.

El director de la Banda, Ángel Hernández Azorín, alumno de dirección de José Rafael Pascual Vilaplana, recuerda la emoción vivida durante los ensayos previos al estreno, especialmente uno bajo los muros de la Iglesia Vieja en Yecla. El propio Vilaplana estuvo presente en esa audición y, según relata Hernández, las lágrimas del compositor reflejaron el impacto emocional de la obra. «Sabíamos que Yakka sería algo muy especial para todos nosotros», afirma el director.

Una obra que ha cruzado fronteras

Desde su estreno, Yakka ha trascendido las fronteras nacionales y se ha convertido en una obra internacionalmente muy reconocida. Ha sido interpretada en países como Estados Unidos, Italia, Israel, Holanda, Suiza, Colombia, Argentina, Bélgica o Estonia, entre muchos otros.

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Además, como se puede comprobar en Youtube, ha sonado en escenarios tan emblemáticos como el Meyerson Symphony Center de Dallas, la Plaza de la Revolución en La Habana, el Winspear Hall – College of Music de Texas o el World Music Contest en Kerkrade (Holanda) donde la Banda de Yecla alcanzó un histórico triunfo en 2017.

Algunas de las bandas que han incluido Yakka en su repertorio destacan por su prestigio internacional. Entre ellas se encuentran la Aulos Wind Band de Suiza, la Lone Star Wind Orchestra de Estados Unidos, la Banda Nacional de Cuba o la Musikkapelle Zwölfmalgreien, banda que se encuentra en Italia, específicamente en la región de Trentino-Alto Adige/Südtirol.

Asimismo, Yakka ha sido incluida en diversas grabaciones y discografías, como en el CD Kórax, que recopila una selección de pasodobles de distintos estilos o el DVD que recoge el famoso Mano a Mano de Buñol del año 2011, cuando lo interpretó en directo la prestigiosa banda de La Armónica de Buñol.

En resumen, esta obra ha sido una plataforma importante para la difusión del pasodoble, consolidando su presencia en el panorama musical internacional.

Un símbolo de identidad para Yecla

A lo largo de los años, Yakka se ha convertido en el pasodoble insignia de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, y en una herramienta poderosa para difundir el nombre de la ciudad. La obra no solo ha sido interpretada por decenas de bandas en toda España, sino también en importantes festivales y certámenes de todo el mundo. 

El propio Vilaplana, que además de compositor es director de las prestigiosas bandas municipales de Bilbao y Barcelona, ha expresado su orgullo por la repercusión de su obra, destacando que muchas personas ya identifican su nombre con Yakka sin conocer otros detalles de su carrera. «Es un orgullo que la obra te preceda», comenta el compositor, para quien esta obra ha supuesto una conexión duradera con Yecla y su banda.

 Un legado que perdura

Más que un simple pasodoble, Yakka se ha convertido en un símbolo de identidad para Yecla y su banda. Con su estructura rica en armonías y un emocionante solo de saxofón en homenaje a Ángel Hernández Azorín -el cual afirma no haber tocado nunca-, la obra no deja indiferente a quien la escucha. Es una pieza que combina tradición y modernidad, permitiendo a las bandas explorar su potencial expresivo y cautivando tanto a músicos como al público.

La influencia de Yakka sigue creciendo, y su impacto se siente no solo en el ámbito musical, sino también en el cultural, llevando el nombre de Yecla más allá de sus fronteras y estableciéndose como un legado que perdurará por mucho tiempo. Porque, como bien reconoce Ángel Hernández, «Yakka tiene la capacidad de llegar al corazón, Yakka es especial».


Artículo inspirado en el reportaje Yakka, más que un pasodoble (2007-2024), publicado por la saxofonista Cecilia Ortuño en la revista Diapasón de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla. 

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