Efectivamente, por su apellido podemos deducir que Clementina fue la hermana del famoso compositor Isaac Albéniz. Una de las persona más influyentes en la vida del compositor, pues pronto descubrió las dotes musicales de su hermano que le impulsaron a desarrollarse musicalmente.
Siempre tuvo vocación docente, de hecho , como reconocimientos a su labor educativa, en 1931 se le concedió la Medalla del Trabajo. En 1944 recibió la Cruz de Alfonso X y falleció dos años después.
Esta clase de personajes se eclipsan al ser familiares de compositores más famosos como en este caso su hermano Isaac, sin embargo tienen suma importancia, ya que contribuyeron en sus vidas de forma básica.
Fue ella la primera sorprendida de las cualidades de su hermano. La familia se trasladó a Barcelona, cerca del cuartel de la Capitanía General. Desde muy pequeño, Isaac se sentía atraído por el relevo de la guardia, algo que su hermana captó al instante y comprobó el innato sentido del ritmo que el niño tenía al llevar el ritmo de la banda, pues lo hacía con una exactitud asombrosa. De esta forma, Clementina le ayudó a desarrollar la aptitud musical familiarizándole con el piano, jugando con él ante el teclado. El niño mostraba un aprendizaje increíble, de tal forma que a los cuatro años ya se presentó en el teatro Romea ofreciendo un programa realmente difícil, haciendo dudar al público si realmente era él al que se le escuchaba o era un truco, como si algún intérprete lo doblaba desde bastidores.
Clementina fue sin duda una de las impulsoras de Isaac, un genio que no tardó en ser descubierto gracias a ella.