Marcial García Ballesteros (en web Radiobanda)
En 2019, cuando todavía pandemia y covid eran solo palabras científicas, publiqué un artículo en esta misma web animando a la Banda Municipal de Valencia a celebrar, en 2021, el 150 Aniversario del Nacimiento de Santiago Lope Gonzalo, su primer director (1903-1906).
Llegó el confinamiento, paró la cultura, los instrumentos permanecieron en sus estuches y la música, lamentablemente, dejó de sonar en las salas de concierto, aunque los músicos valencianos, superhéroes de la cultura, siguieron tocando en balcones y webs. El pobre Lope lo tenía claro, el cierre iba para largo.
En este momento, mediados de junio de 2021, la luz se ha visto al final del túnel. Los instrumentos han salido de sus estuches y la música vuelve a sonar en esta Comunidad Valenciana que ha hecho bien las cosas y mantiene unos ratios sanitarios de los mejores de España.
De hecho, la Banda Municipal ha vuelto a dar conciertos, al aire libre, en los Jardines del Palau. Sin embargo, en su programación, si no me equivoco (y me gustaría), no veo ningún atisbo de concierto homenaje a Santiago Lope, su primer director.
También sugería, en aquel artículo, que la Municipal grabara un CD (simple o doble) con las obras para banda del maestro riojano devenido en valenciano por amor a la música. Me consta que la idea llegó hasta la batuta y que el director contempló la posibilidad. No veo ninguna noticia al respecto.
Señores responsables de la Banda Municipal de Valencia, con todos mis respetos, todavía tienen seis meses para honrar su historia. Si se descuidan «se les pasará el arroz». Porque lo que deberían haber iniciado ustedes, lo están haciendo las bandas amateurs de la Comunidad Valenciana.
El sábado 19 de junio de este 2021, tuve el honor de presentar un concierto homenaje a Lope, en Yátova, invitado por el director de la Unión Musical, Ángel Crespo García. La primera parte de dicho evento estuvo dedicada a sus obras para banda. De las siete composiciones interpretadas, dos de ellas, el pasodoble militar ¡Tercien! y la polca-intermedio con flautín obligado Bebé, fueron rescatadas por el docto director Crespo, pues llevaban décadas sin ser escuchadas, como demuestra el que ninguna de ellas haya sido subida a la infinita base de datos de YouTube. Como musicólogo, admirador de Lope y, en este caso, responsable de facilitar esas partituras al director de la banda, es una satisfacción asistir a un concierto en que la colaboración entre músicos y musicólogos ha resultado tan efectiva. Máxime cuando en la segunda parte el director programó la recuperación de otro pasodoble, La toma del Monte Arruit, compuesto hacia 1912 por el músico requenense José Cervera Cervera y restaurado por Ángel Crespo.
Me consta que otras bandas, algunas tan distantes de la capital del Turia como Sinarcas, tienen programados también homenajes a Santiago Lope. No tendrían por qué, ya que debería ser una prerrogativa de la Banda Municipal, pero ahí están los programas. Y lo hacen no solo porque los musicólogos valencianos reivindiquemos un trocito tan importante de la historia de la música valenciana, sino porque de verdad, en serio, la música bandística de Lope es, siempre lo ha sido, muy buena. La mayoría de sus pasodobles se siguen interpretando, dentro y fuera de España, y algunos, como Gallito, Vito, Dauder o Valencia, sin ir más lejos, son ejemplos de referencia en el género y no desmerecen en absoluto junto a composiciones actuales. Me gusta la música para banda que se compone en el siglo XXI, hay entre nosotros compositores fantásticos que triunfan en el mundo entero. Pero, sinceramente, como músicos y aficionados. ¿No creen que algunos pasodobles se pasan de modernos? Hay géneros como el pasodoble en los que, sin salirse de ciertos cánones, compositores como Martínez Gallego, Manuel Morales y otros cuyos nombres todos conocemos, siguen haciendo maravillas. Pero he escuchado últimamente pasodobles que, con todos mis respetos, solo tienen del género el compás de dos por cuatro. Es solo una opinión, la música evoluciona continuamente y si ese es el futuro de este tipo de composición bandística, por favor, maestro, grabe los pasodobles de Lope y seré el primero en comprar el CD. Grabe las composiciones bandísticas de Lope, con música sinfónica para banda muy estimable. Grabe la música de un compositor que lo merece, como ya lo ha hecho antes con otros al frente de las bandas municipales de Madrid o Bilbao. Gracias, Maestro.
Al pedir estos homenajes, soy consciente de la crisis que atraviesa la Banda Municipal y deseo, como todos, que se solucione del mejor modo posible y de forma que no se lesionen los derechos de los músicos, pero independientemente de a qué estamento oficial pertenezca la banda, esta sigue en activo y ofreciendo conciertos. Todos deseamos que sea por muchos años.
En 2027 volveremos a darle la lata con Emilio Vega (1877). En 2029 lo haremos con Luis Ayllón (1879). En 2032 será Emilio Seguí (1882). Porque la Banda Municipal, la agrupación referencia para las bandas valencianas, tiene historia para dar y vender, como lo demuestra la primera tesis doctoral sobre bandas, hecha por el doctor en musicología Salvador Astruells Moreno en 2003 y el consiguiente libro publicado por el Ayuntamiento de Valencia. Si músicos y musicólogos trabajan juntos, a ninguna banda con historia le faltarán proyectos. ¿Saben ustedes que existe la Asociación Valenciana de Musicología, Avamus, o la Asociación Requenense de Musicología, Asremus, o el proyecto Música a la Llum, desde el IVC, o la Asociación Nacional de Directores de Bandas, con su revista Estudios Bandísticos? Las bandas de música necesitan objetivos, proyectos, incentivos, reinvenciones. Entre todos podemos recuperar, conocer y escuchar una historia bicentenaria. ¿Empezamos por Lope?