MONÓLOGOS, DANZA CONTEMPORÁNEA Y MÚSICA RENACENTISTA PARA CONTAR LA HISTORIA DE UN BUFÓN QUE PODRÍA SER LA DE QUIENES RODEAN AL PODER HOY EN DÍA
ESTA SEMANA EN SALA RUSSAFA: DEL 29 ABRIL AL 1 DE MAYO, EL BUFÓ DE LA REINA MEZCLA TEATRO, REFERENCIAS HISTÓRICAS, DANZA CONTEMPORÁNEA Y MÚSICA RENACENTISTA Sala Russafa celebra el Día Internacional de la Danza con el estreno del nuevo espectáculo de Capella de Ministrers y Toni Aparisi El 29 de abril es el Día Internacional de la Danza, una efeméride para la que el teatro de Ruzafa va a ofrecer el estreno absoluto de la nueva creación de TransferMove, compañía del bailarín y coreógrafo Toni Aparisi, en colaboración con Capella de Ministrers, formación musical que dirige Carles Magraner. Con 10 nominaciones y dos galardones en los Premios Max, la carrera como bailarín de Toni Aparisi se ha beneficiado siempre de sus dotes interpretativas. En El bufó de la reina las explota, encarnando las historias de personajes históricos en monólogos que engarzan diferentes piezas de música coreografiadas. Sus 35 años de carrera en la música antigua han llevado a Capella de Ministrers a recibir multitud de premios que también reconocen su labor patrimonial. Para este nuevo espectáculo, han preparado una selección musical con piezas renacentistas que tocan en vivo Carlos Magraner y Robert Cases. |
La obra muestra cómo, en el último episodio de su vida, el Canonge Ester hace repaso a sus días como bufón en cinco monólogos teatrales, donde habla del amor y la poesía, del poder, las intrigas o de la muerte, pasando de la comedia al drama. Cada uno enlaza con una canción que interpretan Carles Magraner y Robert Cases, utilizando una viola de gamba y un laúd.
“Supongo que mucha gente se va a sorprender al verme interpretar un monólogo completo. Los bailarines rara vez tenemos textos complejos. Pero es que mis orígenes estaban en el teatro, en un grupo de aficionados que montamos cuando era muy joven. Al poco comencé en la Escuela Superior de Arte Dramático, donde cursé todo un año. Pero después entré en el mundo de la danza y fue eclipsando todo lo demás”, comenta Aparisi, quien ha recibido numerosos reconocimientos a lo largo de una sólida trayectoria que, por ejemplo, incluye diez nominaciones a los Premios Max y dos galardones como Mejor Bailarín.
Junto a Magraner, ambos han dirigido este espectáculo donde la danza, la música y el teatro se enriquecen mutuamente e interactúan. “Son disciplinas que tienen muchas conexiones: un sentimiento de base y una historia que contar. Cada una lo hace con sus herramientas, pero cuando colaboran entre ellas, el resultado es maravilloso”, explica Aparisi.
Las partituras seleccionadas por Magraner van desde la música profana a la religiosa, incluyendo danzas satíricas, gallardas, pavanas u otros géneros del siglo XV y XVI. Sobre ellas, el actor y bailarín interpreta sus propias coreografías de danza contemporánea, que sirven para completar la narración de la vida de este personaje. Además, en opinión del compositor y musicólogo, ayudan a que los espectadores conecten con la música antigua y la época en que se ambienta el espectáculo.
“El triángulo simbolizaba la perfección en el Renacimiento y aquí tenemos tres disciplinas artísticas sobre el escenario. Pero también a tres personas porque no necesitamos nada más para retratar qué era un bufón, un personaje que despertaba fascinación y repulsa a partes iguales”, reflexiona el director de Capella de Ministrers, que ha visto distinguida la discografía del grupo y su labor en la conservación del patrimonio musical con numerosos reconocimientos, como cinco Premios Goldberg, un premio Carles Santos o el International Classical Music Award, entre otros.
Belleza, comedia, crítica, historia y sátira conviven en esta pieza que concluye la programación de abril en Sala Russafa, centro de producción teatral, docencia y programación de artes escénicas impulsado por la compañía Arden Producciones. Un espacio donde el binomio que conforman Capella de Ministrers y Aparisi ya estrenó otra de sus colaboraciones, Un cercle en l’aigua, que estaba dedicada a la melancolía.
En su nueva propuesta acuden al género de la tragicomedia para, mediante las palabras, el movimiento corporal y las notas musicales, componer un retrato que podría ser el de cualquier bufón de las cortes de la época. Pero también el de quienes hoy en día revolotean alrededor de los círculos de poder y de toma de decisiones.