Hace ahora casi tres años. Eran vísperas de las navidades de 2017. A María José, mi compañera y amiga desde hace ni más ni menos que 43 años y esposa desde hace 36, la operaban de nada supuestamente grave con una intervención también supuestamente no invasiva. La ineficacia de una cirujana inexperta la abrió por dentro y a punto estuvimos de perderla unos días después, desangrada. La suerte, o mejor dicho, la prudencia, me hizo no salir hacía el trabajo aquella mañana ya que pasaba la noche con ella, y esperar a que pasase la visita-revisión diaria. Su color de cara no me había gustado. De repente, tras pasar el médico y estando solos en la habitación se desmayó en mis brazos y empezó a sangrar inundando todo el suelo. Aún así, y declarada la urgencia, tardaron más de dos horas en meterla en quirófano, a vida o muerte, y solo el acierto del equipo, esta vez sí, la salvó.
Me dejó marcado para siempre la sensación de lo fácil que a veces se te puede ir una vida de las manos, sin esperarlo, sin preverlo… y el cómo los temas realmente importantes de la vida, como son la salud, la libertad, la manutención y un hogar donde dormir, es fácil echarlos en falta cuando no se tienen, pero difícilmente los valoramos en su justa medida cuando disfrutamos de ellos.
Era yo presidente entonces de la FSMCV. Como digo, este hecho me marcó, y desde principios del 2018, termino siempre mis intervenciones en público que tienen que ver con la música con la frase “Salud y música”. De ahí viene.
Hoy, día de Santa Cecilia, me llegan infinidad de mensajes de felicitación del día con el mensaje final de “Salud y música”, lo que tan solo hace que confirmar que, como decía antes, la falta de uno de nuestros elementos esenciales de vida nos impregna en un día como este.
Pero también he dicho en escritos anteriores (uno de allá por 2005 y primero que se me publicó en Música y Pueblo y otro de no hace tanto) que lo que mueve nuestras sociedades musicales son procesos de ilusión, que alimentan la vida social de nuestras entidades. Ilusión que es como esos elementos esenciales de la vida de las personas (salud, libertad, manutención, hogar) pero en la vida de nuestras entidades musicales. La ilusión solo la echaremos en falta cuando no esté presente. Y en esos momentos será porque el proyecto esté acabado.
No es así ahora. La ilusión sigue presente en los corazones de todo el universo musical. Ilusión por esperar la vacuna, por hacer cosas nuevas, por celebrar Santa Cecilia de una forma diferente, porque ya llegará 2021 y todo habrá cambiado… Pero no solo eso, nuestras alumnas y alumnos siguen queriendo entrar en la Banda, lo que suele suceder coincidiendo con la celebración de la Santa, eso sigue tan fuerte como siempre, y lleva aparejada toda una enorme ilusión familiar que lo acompaña.
En un día como hay lo que hay que celebrar es la ilusión. Música e Ilusión para nuestras entidades.
Y Salud y Música para todas y todos los que participamos de ellas en alguna forma.
Pedro Rodriguez.
