La Escolanía de Montserrat ha pasado un año difícil, con menos alumnos de lo habitual. El año pasado, debido a la pandemia, no se pudo hacer la jornada de puertas abiertas y, al final, también por el miedo a los contagios, la crisis económica y la parálisis del país, sólo entraron cinco niños nuevos, menos de la mitad de lo habitual. Hoy en la Escolanía hay 47 alumnos, cuando la cifra normal y óptima debería ser entre 52 y 53. Eso sí, de momento la escolanía es exclusivamente para niños y la posible entrada de niñas hoy todavía no se plantea.
«Teníamos la jornada de puertas abiertas el 15 de marzo y el 13 se cerró todo, por eso muchas familias que habrían venido -normalmente cada año venden entre 150 y 200 personas- no lo hicieron y muchos niños interesados en la música y el canto que habrían podido ser candidatos a entrar en nuestra escuela no lo fueron «, explica Efrem de Montellà, prefecto de la Escolanía.
«No es sólo en la Escolanía, pasa en todas partes, pero estamos preocupados y queremos que las familias nos visiten, nos conozcan y quieran que sus hijos entren en la Escolanía. Después nosotros miramos si los niños tienen las cualidades musicales y la voz apta que hace falta para poder cantar «, precisa Efrem de Montellà, que recuerda que la escolanía de Montserrat, con 700 años de historia, está considerada uno de los coros infantiles de más calidad del mundo y que es una pieza clave de la abadía.
Para que no vuelva a haber pocos candidatos a ser alumnos, la Escolanía este año hará primero una conferencia informativa por internet, el lunes 8 de marzo, y luego hará unas jornadas de puertas abiertas «permanentes»: «Las familias y los niños interesados podrán pedir día y hora y nosotros los atenderemos de manera personalizada. » Como cada año los alumnos que viven en el centro atenderán los interesados y explicarán su experiencia y enseñarán las instalaciones.
Los alumnos de la Escolanía ingresan -tras superar unas pruebas musicales y de voz- para cursar 4º de primaria, aunque algunos pueden ingresar a 5º si ha quedado una plaza libre. Marchan cuando terminan 2º de ESO, que es cuando los cambia la voz. La Escolanía de Montserrat, cuando no hay pandemia, es también uno de los corazones más viajeros, ya que les piden actuaciones en todas partes del mundo.
Efrem de Montellà asegura que «ningún niño con aptitudes para entrar en la Escolanía ha dejado de entrar por motivos económicos». Informa que hay becas para cada alumno y que, si aún así los padres no lo pueden permitir, la abadía también tiene prevista una línea de ayudas.
