Hospitalillo de San José, Getafe, 29/05/2023. Unidad de Música del Mando Aéreo General. Director, teniente coronel Ramón Benito Pérez. Obras de Dorado, Moreno Torroba, Martín Domingo, Usandizaga, Alonso, Serrano, Marquina, Fucik y Ehegoye.
Antonio Santodomingo Molina Tiempo estimado de lectura, 6 min.
La Unidad de Música del Mando Aéreo General ha abierto el XXVI Encuentro de Bandas de Música «Maestro Francisco Aguado». El festival tuvo lugar en el Hospitalillo de San José de Getafe durante la mañana postelectoral de ayer lunes, y los próximos 3 y 4 de junio, en los que actuarán la Banda de Música de Getafe y la Banda Municipal de Música de Alcobendas «Damián Sánchez».
Esta agrupación musical del Ejército del Aire, que fue creada en 1940 para la Primera Legión de Tropas de Aviación y que actualmente está dirigida por el teniente coronel Ramón Benito Pérez, está muy ligada con el público getafense por tener su sede en esta ciudad cuna de la Aviación Española. Este acude cada año puntualmente a su cita con los músicos de Aviación, en estos días de Fiestas de Getafe 2023.
En este ambiente festivo, en el que hemos sido sorprendidos con una nueva y adelantada cita electoral, la agrupación se ha presentado con un programa en el que ha predominado el género lírico con obras de grandes autores de la música teatral de la primera mitad del siglo XX como Federico Moreno Torroba, José María Usandizaga, Francisco Alonso o José Serrano.
Entre estas composiciones escénicas, la banda alternó tres pasodobles que nos hicieron viajar desde el norte hasta el sur Peninsular. Se abrió la sesión con la marcha de concierto titulada Hesperia, la cual fue compuesta por el autor coruñés Ricardo Dorado a comienzos de la década de 1940. La mitología griega del primer milenio antes de Cristo situaba en Hesperia, algunos lugares fabulosos como el Hades, los Campos Elíseos o el Jardín de las Hespérides. Lo hacía en un lugar lejano y misterioso para la Antigüedad Griega como era la Península Ibérica, que posteriormente se denominó Hispania.
José María Martín Domingo es el compositor del siguiente pasacalle madrileño inspirado en la fiesta popular del barrio de Las Vistillas. Su título es La Kermés de las Vistillas y fue dedicado en 1959 al teniente de alcalde del distrito de La Latina, D. Joaquín Campos Pareja, con motivo del cincuentenario de la fundación de la Banda Municipal de Madrid. Esta lo terminó de popularizar a partir del álbum que grabó en 1994 bajo el título de El Pasodoble para el sello RTVE-MÚSICA.
Y de A Coruña de Ricardo Dorado, pasando por el Madrid de Martín Domingo, nos transportaron los músicos de Aviación a Andalucía, con el pasodoble Claveles de Granada que Pascual Marquina compuso en 1934 después de una serie de piezas inspiradas en estas tierras como Escena Andaluza, Brisa de Málaga o Gitana de Albaicín. La agrupación se mostró en los tres pasodobles, con un sonido noble y rotundo, con unas frases bien dibujadas y un tempo natural, facilitado esto último por una espontánea dirección de Benito Pérez, que otorgó a los músicos la suficiente libertad para que el tempo fluyera solo. En definitiva, tres piezas que el conjunto interpretó con el justo estilo, desde la sencillez de Hesperia de Dorado, hasta la gracia andaluza de Brisas de Granada de Marquina, pasando por la chispa castiza de La Kermés de las Vistillas de Martín Domingo.
Y si el tempo fluyó libre en los pasodobles, Benito Pérez lo manejó con inteligencia en el preludio que Federico Moreno Torroba compuso para el tercer acto de La Marchenera, zarzuela en tres actos estrenada en 1928. La agógica de este preludio no es nada sencilla, y los músicos de Aviación demostraron una excelente compenetración con las modificaciones y manejo del tempo realizadas por el director.
El punto culminante del concierto correspondió con la pantomima del segundo acto de la zarzuela Las golondrinas con música compuesta y estrenada en 1914 por el joven vasco de 27 años José María Usandizaga, quien fallecería al siguiente año. La pantomima de esta penúltima obra de Usandizaga que supuso su consagración como autor de zarzuelas, presenta una dificultad instrumental que la banda afrontó con solvencia, desde la potente combinación de la entrada de los graves que alterna con las suaves melodías del oboe y los clarinetes, hasta la potente sección fugada final que fue trazada con esmerada claridad, pasando por el tema central ejecutado por el barítono De la Rosa, quien demostró su buena técnica vocal, pero que la banda diluyó por breves momentos.
Después de la complicada pantomima de Usandizaga, fue colocado estratégicamente el chotis del «¡Pichi! es el chulo que castiga» del primer acto del pasatiempo cómico-lírico Las Leandras de Francisco Alonso. Este chotis fue inmortalizado por la vedette argentina Celia Gámez desde su mismo estreno en el madrileño teatro Pavón a finales de 1931, al igual que el celebérrimo pasacalle «Por la calle de Alcalá», nº 8A de la obra, y supuso el gran éxito teatral de Francisco Alonso durante esa década. La banda nos recordó nuevamente con este chotis de Las Leandras, el ambiente festivo, castizo y chispeante que vive Getafe durante estos días.
Una selección de la humorada cómico-lírica con música de José Serrano, El trust de los tenorios, fue la última pieza lírica programada en el concierto. Estrenada a finales de la década de 1910 en el teatro Apolo de Madrid, se sitúa en la línea de las zarzuelas que desde el éxito de Los sobrinos del capitán Grant exploran el recurso del viaje a diferentes lugares, como atestigua Rafael Díaz Gómez en el Diccionario de la Zarzuela, España e Hispanoamérica. Se basa esta selección en melodías líricas y temas bailables como la gavota, el vals, la tarantela, la jota o las danzas orientales, que tuvieron mucho éxito en las transcripciones para banda. De entre el conjunto sobresalió el solo de Saulo Guerra Marrero (requinto) por su notable dicción, clarísima articulación y sencillo fraseo.
Antes de la Retreta Española de Pablo Ehegoye con la que se puso fin al programa, la banda puso el toque de variedad entre la preeminencia del género zarzuelero, al permutar hacia el estilo cinematográfico con una selección de temas compuestos por Nino Rota para El Padrino de Francis Ford Coppola. Después de El Padrino II, se pensó en la conveniencia de realizar una selección de temas arreglados para banda por Marcel Peeters y cuyo título es The Godfather Saga. Este inició su recopilación de forma sobrecogedora, con un solo de trompeta que nos introduce en la más pura tradición mafiosa en la que se inspira la saga. Francisco Gordo Hernández (trompeta) con su solo consiguió transmitir el suspense y dramatismo necesarios para preparar el ambiente, con un elegante sonido y un tempo tan acertado que no interfirió en el patetismo de la frase.
Antes del bis final en el que tuvimos ocasión de comprobar nuevamente las buenas dotes musicales del barítono De la Rosa en el conocidísimo «pasodoble de la bandera», el director del conjunto, Ramón Bentio, agradeció públicamente a sus profesores y profesoras la calidad del concierto «porque hoy ha sonado muy bien la música» parafraseando sus propias palabras. Felicitación muy oportuna ya que el conjunto lució una sonoridad aterciopelada, con buenas dosis de seguridad y mesura, a pesar de que en los finales de La Marchenera y Las Golondrinas, los metales no ejercieron buen control de su potencia al diluir en exceso a las maderas. Para concluir esta reseña, solamente recordar que el festival musical bandístico getafense continuará el próximo sábado 3 de junio, cuando tendremos la oportunidad de escuchar a la Banda de Música de Getafe con un programa dirigido por José Luis Bueno Cardeñosa, en el que destacará la First Symphony «Remembrance» de Carlos Pellicer; o el domingo 4 a la Banda Municipal de Alcobendas «Damián Sánchez» que será dirigida por Pablo Barajas Vela en una sesión en la que sobresaldrá la pieza de Steven Reineke titulada Pilatus: Mountain of Dragons.