La cultura siempre ha sido la hermana «fea» de la familia, siempre tiene que demostrar su valía a través de acciones ejemplares para la sociedad, como el civismo, la rigurosidad y la responsabilidad en sus acciones y declaraciones.
Este estado de indefensión aprendida del sector cultural provoca datos como el que podemos observar, La cultura no es fuente de contagios.
Pese a estos datos, la cultura se encuentra en estado de muerte cerebral, borrando del mapa cultural a la mayoría de agrupaciones pequeñas, festivales locales y demás.
¿Qué pasará cuando algún agente cultural se equivoque?
¿Qué pasará cuando exista un contagio a través del teatro?
¿Tendremos que mantener esta perfección cívica para siempre?
León Levinsky.