Un verano casi normal. Por supuesto, con las habituales actuaciones en La Blanca, eso sin duda, pero también en lo que respecta al ciclo de conciertos que al aire libre suele proponer la Banda Municipal de Música de Vitoria. Aunque la agrupación ha mantenido el pulso los dos últimos años, afronta un 2022 sin restricciones, sin necesidad de que el público retire invitaciones de manera previa, sin mascarillas, sin distancias, sin límites de aforo. «Hasta vamos a recuperar los programas de mano», dice con una sonrisa el directo de la centenaria agrupación Luis Orduña.
Así, entre este viernes y el 12 de octubre, la formación va a ofrecer 12 conciertos, casi todos ellos los viernes a partir de las 19.00 horas en el Jardín Secreto del Agua, junto a la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. En este sentido, se ha optado por no volver a la plaza del Arca con la idea de ganar en comodidad y calidad tanto para músicos como para espectadores. A partir de ahí, solo queda esperar que el tiempo acompañe.
A esto se unirán tres excepciones, dos de ellas ya tradicionales y referidas a las fiestas de los barrios Arana y El Pilar. En el primero de ellos, la actuación será a las 13.00 el 5 de junio. En el segundo, el 12 de octubre a las 13.30 horas. Será el que ponga el broche al ciclo Música al aire libre. Además, el 17 de junio se llevará a cabo una actuación especial en Hegoalde en la que la danza tendrá un papel especial.
A lo largo de la programación, la idea de la Banda –que este miércoles tiene una actuación especial dentro de Poetas en Mayo– es ofrecer una programación variada en la que habrá guiños al jazz, a instrumentos de viento que no suelen ser protagonistas, al mar y la montaña o a diferentes aniversarios, como John Williams.
Todo ello llega tras una temporada de abono de la que Orduña hace una valoración «muy positiva», más allá de que la situación sanitaria actual poco tiene que ver con la que había cuando empezó. «Estamos trabajando para que en septiembre podamos volver con una nueva temporada ya normal». Ojalá sea así.
