La Banda de la Guardia Civil llena el Auditorio Nacional con un concierto benéfico

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Artículo de Antonio Santodomingo Molina (5/12/2019) 

 La Banda de la Guardia Civil llena el Auditorio Nacional con un concierto benéfico 

La Guardia Civil ha conmemorado durante 2019 el 175 aniversario de la creación del Cuerpo. Numerosas han sido las celebraciones como la semana institucional, carreras solidarias, relevo de la guardia en el Palacio Real de Madrid, congreso de ciberintelingencia, exposiciones, etc., en las que la Unidad de Música de la Guardia Civil ha participado. 

Nuevamente, el 4 de diciembre han ofrecido un concierto benéfico en el Auditorio Nacional de Madrid. Los músicos de la Benemérita, título que ostenta el Cuerpo desde que en octubre de 1929 se le concede la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia, han entregado la recaudación a Cáritas Castrense. La entrega ha tenido lugar en el entreacto del concierto de manos de su director general y es una muestra más del espíritu benemérito que vienen cultivando desde que el Duque de Ahumada, además de crear el Cuerpo, les imprimiera el código moral con la publicación a finales de 1845 de la Cartilla del Guardia Civil y que pronto arraigó entre sus componentes con el lema “El honor es mi divisa”. 

Según Ricardo Fernández de Latorre en su excelente Historia de la música militar en España, a los cuatro años de la creación de la Compañía de Guardias Jóvenes de la Guardia Civil en 1853, se contrata a un profesor de música en el colegio de Guardias Jóvenes a Valdemoro. Ventura Pérez-Alfaro y González fue el primer profesor de música de los “polillas”, como se les conoce a los alumnos del colegio que son además hijos del Cuerpo. Ventura, que a su vez era organista en la iglesia parroquial de Valdemoro, pronto creó además, una banda de música formada por guardias jóvenes. 

Trascurridos más de 170 años de la creación de la Banda de la Guardia Civil por el organista de la iglesia parroquial de Valdemoro, continúa este enlace cooperativo entre la banda y las instituciones musicales del entorno. En este concierto han colaborado la Asociación Coral Villa de Valdemoro y el Coro Municipal de Pinto, ambos dirigidos por el ilicitano Emilio José Esteve Ibáñez. También han participado el pianista Andrés Manuel Martínez, la soprano Isabel Cantos, la bailarina Yolanda Gaviño y el tenor Fernando Garrido. Y además, completaron la plantilla de la Banda casi 40 antiguos componentes que en la actualidad se dedican a otras funciones en la sociedad civil. 

La música de temática española predominó en la primera parte. Música de nuestro género lírico como la Canción de Paloma de El barberillo de Lavapiés interpretada por piano y soprano con muy buena inteligibilidad del texto por Isabel Cantos, el fandango de Doña Francisquita con el piano y un destacadísimo manejo de las castañuelas por la bailarina Yolanda Gaviño logrando la primera ovación del público, así como el zapateado de La Tempranica en la que Gaviño mostró gran dominio y desenvoltura sobre la escena. También páginas de la ópera de ambiente español que es Carmen, como la marcha de los toreadores, la seguidilla y la habanera. Arreglos de música popular Antonio Santodomingo Molina (5/12/2019) 

andaluza como ¡Viva Sevilla! de las Trece canciones antiguas españolas que recopiló Federico García Lorca, o El vito que Fernando Obradors integró en sus Canciones Clásicas Españolas y que destacaron por la coordinación escénica entre Yolanda Gaviño e Isabel Cantos. Además de una partitura del nacionalismo español como es Sevilla, tercera pieza de la Suite española de Albéniz que interpretó al piano el cubano Andrés Martínez como si fuera andaluz de pura cepa y que el impaciente público interrumpió con sus aplausos entre el final de la sevillana y el comienzo de la copla. 

La ecléctica segunda parte estuvo formada por una amalgama de composiciones de autores centroeuropeos muy interpretados en los conciertos de Año Nuevo, donde pudimos escuchar la obertura Bandietenstreken de Von Suppe con una buena compenetración interpretativa en el dúo formado por los profesores de trompeta Manolo Cáceres y el de trombón Ricardo Lesmes; la Marcha egipcia por banda y coro de Johann Strauss con una fallida entrada del coro que fue compensada por el solo del profesor de oboe Javier Álvaro, o la polca Unter Donner Und Blitz de Johann Strauss (hijo) en la que los profesores de la percusión entablaron un diálogo con los platos, bombo y látigo que nos recordaron a los festivos conciertos de Año Nuevo vieneses. 

La música cinematográfica estuvo presente con las adaptaciones de los temas principales de Éxodo del compositor austríaco y naturalizado estadounidense Ernest Gold, así como 1492 del griego Vangelis, ambas con una muy buena paleta de matices pianos y excelente y cristalino acompañamiento de la banda para que los coros pudieran desarrollar los temas principales de manera holgada. Esta adaptación al coro por parte de los profesores de la banda continuó con los villancicos Noche de Paz y Navidades Blancas, destacando un delicadísimo acompañamiento en El tamborilero. Isabel Cantos nos ofreció a continuación el aria para soprano “Oh mio babbino caro” de la ópera Gianni Schicchi de Puccini y Forzano en la que solventó dignamente una cierta inseguridad inicial en los agudos. Antonio Santodomingo Molina (5/12/2019) 

Mención aparte merece la interpretación de Overture to a new age de 1995 del holandés Jan de Haan, pieza elegida para el lucimiento de la banda mediante sus sucesivas partes contrastantes. La agrupación mostró su potente presencia de las secciones de los metales y excelente equilibrio entre trompetas y trombones ya desde la misma introducción; un preciso y ajustado juego rítmico en la sección central; una buena dicción melódica en el lento, en el que pudimos apreciar la potencia total al final del crescendo, que ofreció una banda de 118 componentes, donde las maderas quedaban algo silenciadas por los metales; una sonoridad recogida e íntima en la sección lenta posterior a la reexposición a modo de marcha de pompa y circunstancia, aunque de nuevo cierto desequilibrio entre los metales y las maderas en los fuertes. Muy destacable fue el solo del clarinete por el profesor Yáñez con excelente sonoridad en todos sus registros, además de una utilización muy acertada del recurso estilístico que impacta en el público al utilizar unos dos segundos de absoluto silencio antes del calderón final, ejecutado con absoluta exactitud. 

En el bis con el que finalizó el concierto, tuvimos ocasión de escuchar al tenor Fernando Garrido con su penetrante y afinadísima voz junto con la soprano Isabel Cantos, ejecutando copa en mano el brindis de La Traviata, calificado como uno de los finales de fiesta más populares. Celio Crespo dirigió al conjunto con gesto claro, contenido y seguro, solventando algunos desajustes entre soprano y banda al principio de la habanera de Carmen o entre coro y banda en Éxodo, con muy buena mano izquierda. Demostró buenas tablas en la tarima y desenvoltura en el escenario, capaz de arrancar algunos aplausos extras al ofrecer a la profesora flautista la flor que la bailarina había arrojado al suelo al concluir su actuación al final de la primera parte. 

En definitiva, un importante despliegue artístico y musical con el que el público que abarrotaba el Auditorio Nacional quedó más que satisfecho y se dejó cautivar. Una Unidad de Música de la Guardia Civil que tuvo la ocasión de recuperar a casi 40 antiguos miembros en el escenario y otros tantos entre las butacas, además de volver a colaborar con instituciones musicales de su entorno como los coros de Valdemoro y Pinto. Sin olvidarnos de la soprano Isabel Cantos, el tenor Fernando Garrido, la bailarina Yolanda Gaviño y el pianista Andrés Manuel Martínez y todos juntos, en pro de una honorable causa como fue la entrega de la recaudación del concierto a Cáritas Castrense. 

Esta honorabilidad debería ser correspondida mediante la aplicación a los músicos de los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas que en la actualidad son miembros de la Unidad de Música de la Guardia Civil, de la equiparación salarial reconocida y aplicada a los componentes del Cuerpo de la Guardia Civil con los otros cuerpos policiales autonómicos. 

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