El organista titular de la Sagrada Familia de Barcelona, Juan de la Rubia, estrenó este viernes el órgano Cavaillé-Coll que se ha instalado restaurado en la cripta de la basílica, al lado de donde reposa Antoni Gaudí.
El instrumento se bendijo en una misa celebrada con motivo de la fiesta de San José y después el organista ofreció un concierto de media hora acompañado del Coro Francisco Valls y de su director, Pere Lluís Biosca. Durante el concierto se interpretaron piezas de Bach, Eugène Gigout, César Frank, Gabriel Fauré y Arvo Pärt. Se querían mostrar así las diferentes facetas y timbres del instrumento, el único de la marca Cavaillé-Coll que se conserva en Cataluña. El órgano data del 1896 y se ha recuperado gracias a una donación después de estar en desuso en la iglesia del Colegio del Sagrado Corazón de la calle Diputación de la capital catalana, donde había trabajado el arquitecto.
El obispo auxiliar de Barcelona, Sergi Gordo, acompañado de otros sacerdotes, entre ellos el rector de la basílica, Josep Maria Turull, llevó a cabo un ritual para bendecir el instrumento. Pronunció seis invocaciones, a las que el organista respondió improvisando melodías con el instrumento, cada una con un sonido y carácter diferente. Con todo, se ofreció «un diálogo entre la palabra y la música», según dijo De la Rubia. Este ritual es el que se lleva a cabo siempre que se inaugura un órgano en una iglesia, tal como explicó el organista.
Después se celebró una misa, también dirigida por Gordo, y finalmente estuvo el turno del concierto. Derivado de las restricciones de aforo por la pandemia sólo pudieron asistir al recital las 40 personas que han contribuido con donaciones para restaurar el instrumento. Una restauración que ha costado 178.000 €, más de la mitad de los que se han recogido con una campaña de mecenazgo.
Durante el concierto se interpretó una pieza para coro y órgano de Bach, a quien de la Rubia considera «el padre de los organistas». Y también otros de los franceses Eugène Gigout o Gabriel Fauré, un fragmento de Tres corales para órgano, de César Frank, y el Salve Regina, de Arvo Pärt.
Aparte del uso litúrgico, la Sagrada Familia también hará un uso cultural, con conciertos, y pedagógico, en colaboración con la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC).