José Rafael Pascual Vilaplana: “En la vida el único secreto es el trabajo”

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Autor: Luis Sempere Ramon

Fuente: https://medium.com/@mpereramonluis/josé-rafael-pascual-vilaplana-en-la-vida-el-único-secreto-es-el-trabajo-bcf126235f52

El maestro de Muro de Alcoy narra su experiencia como director y compositor, sus impresiones sobre la música de banda en la actualidad y su visión sobre cómo debe ser el trabajo de compositor y director.

José Rafael Pascual Vilaplana nace en Muro de Alcoy y comienza sus estudios musicales en la banda de esta localidad con el bombardino y después con el piano. Más tarde, inicia sus estudios de dirección con el maestro holandés Jan Cober. Se consagra como director llegando a estar al frente de grandes bandas y orquestas como la Banda Municipal de Bilbao de la que es titular desde 2015. Además, ha llevado paralelamente a su carrera como director la de compositor, en la que ha tenido un gran éxito, recibiendo encargos de grandes intérpretes como por ejemplo Steven Mead.

Pregunta. ¿A qué edad comenzó a estudiar música?

Respuesta. A los seis años comencé a ir a clases de solfeo en la banda de Muro de Alcoy; sin embargo, mi padre ya me había dado las primeras lecciones.

P. ¿En qué momento decidió pasar del instrumento a la batuta?

R. Mis primeras clases de piano las recibí de un amigo de mi padre en Muro. Este hombre fue organista en la iglesia del pueblo durante muchos años y cuando se jubiló, heredé su cargo. Esto conllevó dirigir los ensayos del coro parroquial y ese fue mi primer contacto con la dirección; no porque quisiese, sino porque me tocaba hacerlo.

P. Entonces fue un poco “director accidental”, ¿no?

R. Si, totalmente. Yo quería tocar el piano y el órgano, pero debía ayudar al coro, y lo hacía.

Después, teniendo yo 17 años me apunté como oyente a un curso de dirección que se impartía en Cullera. Solo nos habíamos matriculado seis alumnos por lo que, aunque estaba como oyente, pude dirigir. Gracias a esto descubrí un mundo que no me podía imaginar, conocí al que después sería mi profesor, Jan Cober, y, sobre todo, si no hubiese sido por ese curso, quizás no me hubiese dedicado a dirigir.

P. En su carrera, la música de banda ocupa un lugar muy importante. ¿Por qué?

R. Yo nazco de la banda. No podía ser de otra forma. Marca mucho donde naces.

 
José Rafael Pasual Vilaplana dando clases de dirección.

P. ¿Cree usted que la música de banda está desprestigiada? ¿Por qué cree que ocurre esto?

R. Se ha desprestigiado porque no se ha estudiado y, dado que no se ha estudiado, se le otorga un estigma de música “popular” o de “segunda categoría”

Hoy en día coges libros de texto de Historia de la música en institutos o en conservatorios y en ninguno se habla de la banda. Y si hablan, es con el estigma de que las bandas son grupos populares que amenizan las fiestas.

P. ¿Este fenómeno es exclusivamente español?

R. No. Es generalizado en todo el mundo.

Es cierto que hay países que han trabajado más por intentar normalizar el tema de la banda y tienen experiencias bandísticas importantes. Pero no se ha llegado a una normalización absoluta.

P. ¿Qué países son estos?

R. Sobre todo y fundamentalmente toda la pedagogía y musicología bandística se la debemos a los Estados Unidos. Allí las bandas son parte del currículo universitario, no como aquí en España que, si una universidad tiene banda, forma parte del ámbito social no de los estudios.

P. ¿Y cuál cree usted que es la solución para revertir esta situación?

R. Es muy sencilla, estudiar las posibilidades de la banda y poner en valor la capacidad estética y sonora que tiene esta agrupación.

Si no las bandas están condenadas a la extinción.

P. Volviendo a su faceta como director, ¿cuándo sube al escenario a dirigir a una banda o una orquesta como intenta transmitir a los músicos su interpretación de la obra que dirige?

R. A mí, en mis ensayos, me gusta que los músicos a los que voy a dirigir entiendan porqué tomo las decisiones. Creo que un director del siglo XXI, más que enviar ordenes, debe convencer de su criterio a los músicos.

Intento hacer entender a los músicos que si yo pido alguna cosa no es por una ocurrencia arbitraria, inspiradora o senil de ese momento, sino porque es producto de un estudio y de un gran respeto a lo que hay en la partitura. Creo que eso es importante.

P. ¿El trabajo de dirigir le supone un reto doble (comunicar a los músicos y al público por separado)? ¿o saber comunicarte con la agrupación implica transmitir directamente su interpretación de la partitura al público?

R. El proceso de trabajo que hago es transmitirle mi idea de la obra a la banda, pero esa idea de la obra ya trae consigo mi estudio previo del cual se extrae la idea que yo quiero transmitir al público.

Por tanto, cuando hay un trabajo en grupo, un trabajo depurado y bien hecho, cada cosa está en su sitio y el público lo capta en seguida sea la obra que sea, la estética que sea o el estilo que sea.

 
José Rafael Pasual Vilaplana dirigiendo la banda de la Sociedad Unión Musical de Crevillent.

P. ¿Supone un fracaso para un director o un compositor que no llegue al público una obra como este la ha concebido?

R. Yo siempre tengo claro que mi trabajo habrá gente a la que le guste y gente a la que no, es imposible gustarle a todo el mundo. Además, pienso que intentar gustarle a todo el mundo es falta de personalidad. Por eso siempre he pensado que manteniéndote fiel a ti mismo y siendo sincero con lo que haces, le llegarás a más gente; sabiendo que nunca llegaras a gustarle a todo el mundo.

P. ¿Desde su punto de vista como compositor, no le da vértigo dirigir una obra que no ha compuesto y no ser fiel al compositor?

R. No porque una cosa es mi actividad como director y otra mi faceta como compositor.

Por tanto, cuando interpreto como director una obra de otra persona mi trabajo es intentar aproximarme con el máximo respeto y con el estudio consciente de la partitura a lo que el compositor quiere transmitir.

Este estudio es lo que me hará trascender y encontrar la intención que se esconde detrás de esa partitura.

P. Entonces como compositor ¿le gusta que otros dirijan obras suyas y descubran otra forma de interpretarla?

R. Absolutamente. La perspectiva de otro me hace aprender muchísimo como compositor de mis obras.

P. Para terminar, ¿Cuál sería su consejo a un chaval de 15 años que estudia música en un conservatorio?

R. Que intente enamorarse de la magia que supone esforzarse para hacer un buen producto. Que no se deje obnubilar por la cultura fácil. El esfuerzo y la dedicación le harán estar cómodo en la práctica de un instrumento, en la dirección, en la composición o en lo que sea.

No hay secretos. En la vida el único secreto es el trabajo.

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