Comienzos musicales…
«Mis comienzos musicales fueron como cualquier niño nacido en la Comunidad Valenciana, o casi todos, que en aquella época al tomar la comunión lo apuntaban a la música. Así que a los 7 años empecé a estudiar solfeo en la Agrupación Musical Santa Cecilia de Castalla, aunque ahora suene raro era exclusivamente solfeo y estuve dos años con el solfeo antes de que me dieran el instrumento, para poder leer bien al tener el instrumento.
El día que me dieron el instrumento, estábamos un grupo de educandos a la puerta del despacho del director, yo fui el último en elegir y no tenía predilección por ninguno, pero solo quedaba uno, me dijeron “ queda este, si no te gusta tendrás que esperar a que haya otros o comprártelo tu.” Así que me llevé el trombón de pistones a mi casa con aquella caja de madera. En mi época la banda nos proporcionaba los instrumentos para poder empezar.
Mi primer profesor en la escuela de la banda en Castalla, fue el director, que era clarinetista. El director de la banda se encargaba de impartir clases de todos los instrumentos, no como ahora que cada especialidad tiene su profesor. Actualmente esto es algo que no ocurren en las escuelas de música de las agrupaciones musicales.
Así que así fueron mis inicios con el trombón bajo la tutela de un clarinetista… Un año después mi abuelo me regaló el deseado trombón de varas, que no había ninguno en Castalla, y junto a otro compañero tuvimos que ir al Conservatorio Municipal del pueblo vecino, Onil, para recibir clases de un profesor especialista.
A los 10 años entré en la Agrupación Musical Santa Cecilia de Castalla y de la que sigo siendo miembro y a la que siempre acudo a los ensayos cuando voy a Castalla.
Del conservatorio de Onil fue al de Alicante, después al de Cartagena, al que siguió el de Madrid, el de Salamanca, y haciendo mis estudios en el extranjero en el Conservatorio Superior de Música y Danza de París (Francia) con Gilles Milliere. En todos esos años pasé por numerosas orquestas de jóvenes como la de la Región de Murcia, la Joven Orquesta nacional de España (JONDE), European Union Youth Orchestra (EUYO) e hice mis primeras colaboraciones con orquestas profesionales.
En julio de 1999 gané la audición para ser miembro de la Orquesta Sinfónica de RTVE y los dos primeros años seguía estudiando en el CNSM de París el 3eme Cycle (postgrado de solista).
En la actualidad me sigo considerando estudiante, hay muchas cosas quea prender y ganas no me faltan, así que seguimos estudiando con constancia e ilusión.»
Valoro mucho la implicación de los «mayores»
«Una de las cosas que más valoro ahora, pasados muchos años, es la implicación de las personas por su banda, la Junta Directiva de aquellos años, los “mayores” como nosotros les llamábamos, ya que nos impartían solfeo todas las tardes para que todo siguiera adelante. La implicación de estas personas por la institución sigue intacta actualmente, esa ilusión es verdadera y son músicos de verdad, realmente les apasiona la música.»
El profesor con el que se empieza es uno de los más importantes
«No me gusta destacar a ningún profesor de los que he tenido, ya que todos me han aportado muchas cosas y de todos ellos he aprendido muchísimo. Para mi, el profesor con el que empiezas es uno de los más importantes, por ello Vicente Alonso Zarza, en mi época en el Conservatorio de Onil, ha sido el que me hizo que la música fuera mi vida y que él hizo que amara el trombón, el que me hizo disfrutar de la música y tener ilusión cada día. A día de hoy él tiene una ilusión e inquietud por aprender y siempre me pregunta como hago esto y aquello. La vida da muchas vueltas, él me lo dio todo como profesor y ahora me pide que sea yo el que le imparta clase, y siempre con muchas ganas de seguir aprendiendo.»
Hacer las cosas al instante no funciona
«El principal problema es que se quieren las cosas al instante y eso no funciona así. La música se necesita constancia, sacrificio y pasión por lo que se hace, y creo que en la actualidad musical las cosas no son así en la mayoría de los casos.
Las redes sociales nos hacen mucho daño, está claro que hay que tenerlas para dar publicidad y visibilidad, pero no todo es lo que parece, no todo es siempre bonito, debemos pensar y tener un buen criterio y para ello hay que trabajarlo. No el que tiene más fama es el mejor.
Muchas veces me doy cuenta que no a todos los músicos les gusta la música y es algo que me da pena y rabia. ¿Si no te gusta porqué lo haces? Un problema que encuentro en demasía es la falta de ritmo, entonación y solfeo en muchos estudiantes, no hay una buena base en la enseñanza del solfeo actual. Los pilares son el ritmo, afinación, solfeo, estilo y musicalidad y hay que trabajar en ellos.»
Los jóvenes han de prepararse con cabeza
«Un consejo sería que se preparen con cabeza, que trabajen al detalle, con ilusión, que construyan un buen criterio, que aprendan a decirse las cosas que se hacen bien y también las cosas a mejorar. Siempre criticas constructivas y no destructivas.
Una vez a la salida de un concierto en el que actuaba un solista, estaban unos estudiantes ( y no tan estudiantes….) comentando lo que allí en la sala había ocurrido, algo normal después de un concierto parece ser…. Bueno, pues todo lo que estaban comentando era lo que no les había gustado, no me puede aguantar y me acerqué a ellos para preguntarles si había algo que les gustara o que hubiera hecho bien bajo su punto de vista y no me supieron responder con coherencia y criterio. Es decir, habían ido al concierto a ver que es lo que hacía mal en vez de disfrutar de la fabulosa actuación. Una pena las envidias creadas por terceras personas o por otras que no les enseñan a disfrutar de la música.»
Para terminar quiero añadir: «La música es un lenguaje, es la comunicación de estados y sentimientos, para ello hay que sentirlos para poder transmitirlos. Disfruten de la música siempre con una sonrisa.»
