Hoy tenemos la ocasión de hablar con un gran profesional con una gran y dilatada carrera profesional. Con tan solo 33 años director, intérprete, docente e investigador , profesor Universidad de Castilla-La Mancha y Universidad Internacional de La Rioja, director de la Escuela y Banda de Música de La Guardia (Toledo), y de la Banda Sinfónica UCLM-Campus Toledo, además de Co-creador del proyecto META ClassBand. Compartimos sus experiencias y opiniones respecto al tema que nos ocupa en esta web.
Un aprendizaje informal que derivó a un gran ánimo e interés
«Mis comienzos fueron allá por el año 2000 en la Academia de la Banda Municipal de Música “Olcadia” de Ocaña, mi localidad de nacimiento y crecimiento. El aprendizaje fue totalmente informal -que no malo, todo sea dicho-, ya que aún no estaba constituida la escuela de música en el municipio, propiamente dicha. Empecé con la tuba -el instrumento que me asignaron, ya que antes no se solía elegir-, fiel amiga que me ha acompañado a lo largo de mi trayectoria como intérprete.
Un amigo muy cercano tenía bastante inquietud por ir al conservatorio de Toledo a estudiar que, sumado a que tenía cierta facilidad con el instrumento y estuve rodeado de los profesores adecuados en ese momento, me animé a hacer las pruebas del conservatorio yo también.»
Mi profesor no dudó en que podría ser músico profesional
«Podría -y debería- dar muchos nombres aquí, pero por falta de espacio me veo obligado a reducir la anécdota a mi primera clase en el conservatorio, en septiembre. Enrique Ferrando, el que fue profesor de instrumento -y por entonces, trombón solista de la ONE-, me dijo que había hecho unas excelentes pruebas de acceso en junio y que no tenía ninguna duda en que llegaría a ser un músico profesional. En verdad no tenía pretensiones directas de dedicarme a la música por aquel entonces -con 17 años-, pero ese comentario del primer día, más la confianza y halagos que depositaba en mí clase tras clase, me hizo pronto de enamorarme de mi instrumento, de mundo de la música y querer adentrarme en él hasta el fondo. Además, tenía otros muchos -y buenos- referentes profesionales en los que apoyarme e inspirarme.»
Dos sectores en el mundo de la música
«La música es un mundo maravilloso que otorga grandes oportunidades de desarrollo a todo aquel que se involucra en él. En este apartado me gustaría distinguir entre dos sectores; el profesional -o profesionalizante- y el amateur.
Respecto al ámbito académico-laboral, pienso que el sector de la música tiene mucho potencial de profesionalización y de poder llegar a vivir, directa o indirectamente, de este arte. Sin embargo, aún no hemos terminado de entender que el perfil profesional para el que generalmente se preparan los jóvenes en los conservatorios superiores de España -un perfil de intérpretes muy específico- tiene una empleabilidad muy limitada. Esto mismo es percibido por muchos estudiantes de conservatorios profesionales que, al pensar que su futuro si siguen estudiando música es bastante concreto y ciertamente limitado, deciden abandonar los estudios y centrar sus esfuerzos en otras carreras universitarias o profesiones. En este sentido, tenemos que ampliar las perspectivas, flexibilizar las expectativas tradicionales sobre la carrera musical y, sobre todo, ayudar a los que están por el camino a entenderlo de esta manera y no de una manera esencialmente decimonónica.
Respecto al ámbito no profesional, también conocido como “amateur”, creo firmemente en que España goza actualmente de una actividad muy nutrida y plural, principalmente protagonizada por la presencia de bandas de música en todos los rincones de España, pero también por coros, orquestas o, entre otros, grupos de música folclórica de todo tipo. Asimismo, creo que el fenómeno socio-pedagógico que se materializa en este tipo de agrupaciones es un rayo de esperanza para una sociedad actual que, en muchas ocasiones, puede ser tachada de falta de valores como el compromiso, el respeto y capacidad de esfuerzo. También, nos ayuda a entender el concepto de pertenencia activa de un grupo, así como a sentirnos parte de un engranaje social para un fin común.»
El mundo de la música es mucho más amplio de los que nos han hecho entender
«A los jóvenes músicos les invito a que se esfuercen y que aprovechen el potencial de desarrollo que la música les puede llegar brindar, tanto como desarrollo personal, como social, pero siendo muy conscientes de que todo empieza por un empeño y disciplina individual y constante. Les invito a que se involucren en sus bandas, orquestas y/o coros y que, más allá de lo meramente musical, aprendan a asumir responsabilidades y que entiendan -y pongan en práctica- el concepto de pertenencia activa. También, es importante recordarles que tienen que estar dispuestos a aprender de cualquier compañero/a, independientemente de su edad o nivel o, incluso, llegado el momento, a aprender a enseñar.
Por otro lado, y especialmente para aquellos/as que quieren dedicarse a la música, les animo a reflexionar sobre sus ambientes y rodearse de aquellos que les hagan entender que la música, como sector académico-profesional, es algo mucho más amplio que lo que normalmente nos han hecho -o hacen- entender en los conservatorios profesionales y superiores. Además, también les empujo a que tengan una perspectiva más transversal sobre lo que conlleva ser un profesional de la música, y eso conlleva tener unas competencias básicas en diferentes ámbitos, como composición, gestión, divulgación, pedagogía, dirección, etcétera, y no solo ceñirse únicamente a ser intérpretes. Lo que viene a ser recuperar el esencial de artista renacentista. ¡Ojo! Y con esto no quiero decir ni que no sea importante ser un buen intérprete, ni que no haya músicos que puedan llegar ocupar asientos en orquestas o bandas profesionales, pero lo que sí es cierto es que será más bien una minoría de todos los cientos de egresados que producen los conservatorios superiores de nuestro país.
Gran parte de la población todavía no tienen la oportunidad de experimentar la música
«Me gustaría aportar una apreciación. Es cierto que en España hay una gran tradición musical, sobre todo bandística, pero aún queda una gran parte de la población -la inmensa mayoría- que nunca ha tenido -ni tendrán- la oportunidad de tener acceso a hacer sonar un instrumento por primera vez, a tener la experiencia de sujetarlo en sus manos y disfrutar de los múltiples -y más que avalados- beneficios que su aprendizaje aporta.
En el contexto europeo, la educación musical instrumental ha sido histórica y tradicionalmente ubicada al ámbito de la educación extraescolar. Asimismo, como fiel amante y creyente de la banda de música como institución educativa y cultural, hago un llamamiento a inundar a los centros educativos de enseñanza general -colegios e institutos- de instrumentos y de agrupaciones musicales, porque es allí el único espacio por el que todos/as -sin excepción- pasamos y, por consiguiente, he ahí única oportunidad real de democratizar su acceso. Por supuesto, con esto no quiero dar a entender que colegios e institutos deban sustituir el espacio que actualmente ofrecen escuelas de música y conservatorios, sino todo lo contrario; integrar campos de cultivo en los que depositar infinidad de semillas de iniciación y que, si así lo desean -que en muchos casos pasará-, acudan a perfeccionarse a centros de enseñanza especializada. «
«Sín más, gracias a Radiobanda por la invitación y por interesarse en mí para realizar esta entrevista. Un placer y quién quiera saber un poco más de mí o de mi actividad le animo a visitar o seguir mis actualizaciones en las redes sociales.«
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