HUI PARLEM AMB… ALBERTO SÁEZ. Músico de la Banda Municipal de Madrid

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«Mis comienzos musicales fueron algo peculiares, ya que mi formación musical no la comencé hasta los 14 años de edad. Como bien es conocido, Buñol, que es el pueblo de donde vengo, tiene una tradición musical muy grande, con dos bandas importantísimas y mucha relevancia a nivel nacional e internacional. Y digo peculiares porque normalmente cuando eres pequeño te suelen inscribir en la escuela de música de una banda u otra, y yo obviamente tenía amigos en ambas; además mis padres siempre me llevaban a ver el famoso concierto “Mano a Mano” desde bien pequeño, e incluso mi abuelo había sido saxofonista, pero por lo que fuera nunca contemplé
por aquel entonces iniciarme en la música.

Así pues comencé mi andadura musical en la que es mi segunda casa, la Sociedad Musical La Artística de Buñol “Los Feos”. Todo esto surgió gracias a un gran amigo, el cuál comenzó a ponerme sinfonías de Mahler, óperas de Wagner, y música de banda, especialmente Johan de Meij. Recuerdo cuando decidí comunicarle a mis padres mi decisión (la cuál fue recibida con extrañeza, dejémoslo ahí…) de apuntarme a la escuela de música y tocar el saxofón como mi abuelo. Todavía puedo recordar el momento extraño en el que entré a clase con niños de 8 años, y yo ya tenía la estatura que tengo actualmente.


He de decir que tuve muchísima suerte, ya que mi primer profesor fue Leandro Perpiñán (con el que actualmente me une una gran amistad), que se volcó conmigo desde el primer momento. Por aquella época se hacían pruebas “especiales” a educandos de la escuela de música que iban “avanzados”, así que ahí estaba yo delante de un imponente Henrie Adams de tribunal (tristemente fallecido hace unos meses) tocando escalas y arpegios, y la obra que llevaría a mi prueba de acceso del conservatorio; conseguí entrar en la banda antes que en el conservatorio justo dos años después de empezar a tocar el instrumento. Realicé el Grado Medio en el Conservatorio San Rafael de Buñol con Eugenio Henriques, para continuar en el Conservatorio Superior “Salvador Seguí” de Castellón donde tuve la suerte de conocer a uno de mis grandes mentores, José Luis Garrido, al cual le tengo mucho que agradecer tanto en lo humano como en lo musical, y con el que también me une una bonita amistad. Posteriormente tuve el privilegio de acceder al Conservatorium van Amsterdam con uno de los grandes saxofonistas de nuestro tiempo, Arno Bornkamp.

En octubre de 2008 conseguí por oposición el primer puesto en las oposiciones de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, la cuál tuve que abandonar por problemas burocráticos unos meses después. Y en Julio de 2010 obtuve por oposición plaza en el Cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas de la Junta de Andalucía. Una década después, en noviembre de 2020 pedí excedencia en el Conservatorio, para volver a lo que fue mi primer trabajo, paradojas de la vida, la Banda Sinfónica Municipal de Madrid

Orgulloso de mis raíces
«Siento un gran orgullo del pueblo de donde vengo. Nacer en un pueblo de 9.000 habitantes con ese potencial musical es algo extraordinario. He crecido escuchando a verdaderos maestros de su instrumento, que me han inspirado y han influido en mi forma de ver la música (todavía lo siguen haciendo). Y he podido tocar unos repertorios tremendamente exigentes tanto de música
de banda (muchísimos estrenos) como de grandes obras orquestales que sólo se pueden abarcar con este tipo de bandas, y una es la mía “Los Feos”; cabe decir que en todo esto indudablemente influyó la visión del que tuve como director 20 años, Henrie Adams

La importancia de tener buenos profesores
«Me considero una persona con mucha suerte al haberme cruzado en el camino con personas tan extraordinarias en mi formación, a las que no tengo más que palabras de gratitud.
A día de hoy sigo teniendo contacto con todos los que he nombrado; con Arno Bornkamp (siempre mi ídolo e inspiración) a pesar de la distancia, sabemos cómo nos va, ya sea vía Whatsapp o por Facebook; es cierto que Leandro Perpiñán y José Luis Garrido son dos personas
que siempre están ahí cuando necesito un buen consejo, y para que me ayuden en lo que les pida. Todavía sigo quedando con ellos para tocar juntos y que me escuchen, la opinión de ambos es siempre importante para mí. Es muy especial y me siento tremendamente afortunado al tener esta relación con personas que han sido clave en mi desarrollo como músico y como persona.
No me gustaría terminar este apartado sin nombrar a una persona muy importante en mi vida musical y personal, mi querido Francisco Escoda. Lo conocí cuando yo era estudiante en Castellón y él era el pianista acompañante que teníamos asignado. Desde el primer día hubo una conexión mágica ente los dos, y posteriormente en todos los concursos, oposiciones y recitales siempre ha estado a mi lado; creo que es la persona con la que más he profundizado sobre los aspectos de la música.»

Carencias actuales en el mundo de la música
«Según mi experiencia, uno de los problemas que pude observar en mi etapa como profesor de Conservatorio era la falta de actitud e implicación (siempre sin generalizar) de las nuevas generaciones. Me llamaba la atención que teniendo tantos recursos a su alcance (nuevas tecnologías) se esforzaran menos por escuchar grabaciones, leer biografías de músicos y compositores, etc.
Hoy en día por ejemplo se ve como algo normal que alguien falte al ensayo de su banda porque está “cansado”, eso demuestra una falta de compromiso y en mi opinión una falta de valores que deberían trabajarse desde casa. Todavía recuerdo mi época de estudiante, en la que tenía ensayos viernes por la noche y sábado por la tarde, y con un director muy exigente que te
preguntaba el papel de forma individual; no recuerdo haberme ausentado un ensayo por “cansancio” o por “pereza”, todo lo contrario, mis ganas y mi motivación eran tremendas, y nunca mis padres me tuvieron que obligar, no hizo falta
.
Con respecto al ámbito de las bandas profesionales, pienso que se están haciendo las cosas bien (aunque siempre se puede mejorar obviamente) con programaciones atractivas para todos los públicos, algo primordial en mi opinión. En Madrid, Barcelona y Bilbao es un claro ejemplo, y esperemos que Valencia vuelva a ser lo que siempre ha sido después de tiempos convulsos. Si que es preocupante lo que ocurre en otras bandas más pequeñas profesionales de España, las cuales tienen recursos muy limitados y donde tienen que lidiar con muchas adversidades, esperemos que todo esto cambie en un futuro.»

Consejo para los más jóvenes
«La tolerancia es un valor que implica el respeto íntegro hacia el otro. Ya en mi época de estudiante me daba mucha rabia que si no tocabas con cierta marca de instrumento, y de una forma digamos “estipulada” (mismo timbre, mismo vibrato etc) eras como un bicho raro. Nunca hice caso de estas cosas y siempre pensé que ya no habían “escuelas” y que todo se había globalizado. La música es un lenguaje universal y como tal hay diversas maneras de entenderla, igual que hay diversas maneras de tocar o de tener una visión musical diferente, pero lo que hay que tener es respeto y tolerancia, y esto es algo que se puede trabajar desde el aula en el caso
del profesor, y que hace que transmitas unos valores importantes a los jóvenes.

Para finalizar me gustaría decir que la carrera musical es algo vocacional, muy larga y costosa. Es por ello que es necesaria mucha capacidad de sacrificio, fuerza de voluntad, constancia y perseverancia para lograr ver cumplido el sueño de ser un buen músico. Merece la pena

Manoli Aracil

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