Desde que el canciller de Austria informara de las nuevas medidas adoptadas por el país para evitar la propagación del coronavirus, la pregunta más repetida ha sido qué pasará con el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena.
La normativa general austriaca decreta el cierre de los espacios culturales hasta el próximo 7 de enero, así como el cierre de las fronteras y la cuarentena obligatoria a los viajeros que, de manera excepcional, puedan entrar al país. Con este panorama sería previsible la cancelación del espectáculo más multitudinario de estas fechas, que el año pasado llegó a concentrar a cincuenta millones de espectadores. Sin embargo, en Viena corre el rumor insistente de que el gobierno podría hacer una excepción y permitir su celebración, eso sí, bajo unas medidas sanitarias muy estrictas.
Si finalmente se lleva a cabo, a puerta cerrada y retransmitido en streaming al mundo, el Concierto de Año Nuevo será dirigido por sexta vez por el director italiano Riccardo Muti.
