Egor Chulkov Pau García Palop
Redacción
“Primera persona con autismo termina los estudios en un Conservatorio Profesional”. El medio digital Todo Discapublicaba este titular el pasado 7 de junio. La información se completaba a continuación, identificando a Antonio Belmonte García, de 19 años, como “la primera persona con autismo y con un grado significativo de discapacidad reconocida, que consigue obtener la titulación oficial en Grado Profesional de Música en un conservatorio público, en España”.
Al día siguiente, los informativos de Telecinco, se hacían eco de la noticia en su edición nocturna. Pedro Piqueras daba paso a un contenido televisivo elaborado por Javier Lifante y Susana Ramos en el cual, además de relatar la experiencia vital y formativa de Antonio Belmonte, se resaltaba el mérito extraordinario de este joven contrabajista albaceteño al que diagnosticaron un Trastorno del Espectro Autista (TEA) a los dos años.
Antonio Belmonte García
Desde estas páginas de Enharmonia, la revista digital que edita el Conservatorio Profesional de Música de Torrent, nos gustaría realizar una aclaración y solicitar consecuentemente la rectificación de un dato que, según se desprende de la información que aportamos, es erróneo. No obstante, antes que nada, quisiéramos sumarnos al reconocimiento del que ha sido objeto Antonio Belmonte. El hito por él alcanzado personifica los mejores valores humanos: voluntad inquebrantable, cultura del esfuerzo y capacidad de superación. Del mismo modo, nos parece justo remarcar la encomiable tarea realizada por el equipo docente que ha guiado la trayectoria educativa de Antonio desde sus inicios en la música.
El dato fundamental que nos gustaría aclarar es que antes que Antonio Belmonte García, otros alumnos con esta misma discapacidad han conseguido obtener el título de Técnico en las Enseñanzas Profesionales de Música. Al menos, por lo que nosotros conocemos, dos: Egor Chulkov y Pau García Palop. Ambos estudiaron piano en el CPM Torrent con un expediente académico muy brillante, finalizando el grado profesional en el curso 2017-2018 (Pau García compaginó los estudios de piano con los de percusión, obteniendo también el título de esta especialidad en el año académico 2018-19). Los dos cursan en la actualidad las enseñanzas superiores de esta especialidad: el primero de ellos en ESMAR (Escuela Superior de Música de Alto Rendimiento) y el segundo en el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia. Uno y otro están diagnosticados dentro de la amplia gama que contempla la afectación del Trastorno del Espectro Autista.
Tanto Egor Chulkov como Pau García accedieron a estudiar música en el CPM Torrent gracias al proyecto educativo de inclusión social “Tots músics, tots diferents” que parte de la convicción de que las enseñanzas regladas de música pueden ser cursadas por alumnos con discapacidades. Un programa que trata de adaptar el proceso de admisión de estos alumnos, además de facilitar su acceso al currículum, buscar alternativas metodológicas e incrementar los recursos, sin desvirtuar en ningún caso estas enseñanzas que expiden títulos oficiales capacitando para el ejercicio profesional.
“Tots músics, tots diferents” empezó a funcionar en el curso 2004-2005. La resolución del 16 de febrero de 2004 de la Conselleria de Educación de la Generalitat Valenciana estableció las condiciones y las características generales para su implantación. El proyecto está dirigido al alumnado con necesidades educativas especiales escolarizado en centros ordinarios, con el correspondiente dictamen de escolarización, que se considere apto para seguir las enseñanzas elementales de música y los dos primeros cursos de las enseñanzas profesionales (estos dos cursos se ampliaron en una fase posterior).
Esta iniciativa ha hecho posible que cuarenta y seis alumnos diagnosticados con alguna discapacidad haya podido estudiar música reglada, lo cual no solo ha tenido una repercusión innegable en la mejora de la calidad educativa, por la necesidad de reflexionar y actuar permanentemente sobre las metodologías y los recursos didácticos más efectivos en el proceso de aprendizaje de estos alumnos, sino que ha provocado una concienciación social de toda nuestra comunidad educativa que ahora es mucho más sensible a los problemas de la discapacidad y de la inclusión educativa.
La experiencia de “Tots músics, tots diferents” nos ha hecho acreedores de numerosos galardones: Segundo Premio Marta Mata a la calidad de los centros educativos 2006 y el Primer premio a los centros que desarrollan acciones para el alumnado con Necesidades Educativas Especiales 2007, ambos otorgados por el Ministerio de Educación y Ciencia. Premio a la Acción Magistral 2009 promovido por FAD/UNESCO/BBVA y el Premi Carta de Poblament de Torrent 2009 instaurado por el ayuntamiento de esta localidad. Sin embargo, esto no ha sido, ni mucho menos, lo más importante. Lo realmente trascendente es la labor que hemos podido realizar para cambiar la vida de estos alumnos y mejorar su educación gracias a la música.
Por esta razón, consideramos que es de justicia contar las cosas como son. No se trata de hacer de esto una carrera o una competición. Flaco favor haríamos en ese sentido a nuestros alumnos. Tampoco queremos arrogarnos como centro educativo ningún mérito especial. A lo largo de los dieciséis años que lleva implantado el proyecto “Tots músics, tots diferents”, no todos los alumnos que formaban parte del programa han logrado vencer de la misma manera las dificultades que acarrea el aprendizaje musical. La mayoría cursaron exclusivamente las enseñanzas elementales de música. Solo una pequeña minoría consiguió superar las pruebas de acceso a las enseñanzas profesionales (problema añadido que presenta la enseñanza de la música: la obligatoriedad de superar una prueba para acceder a los distintos niveles del proceso formativo), y entre ellos únicamente Egor y Pau culminaron los estudios de esta etapa.
El Conservatorio Profesional de Música de Torrent siempre ha sido sensible al trabajo y a los logros de otras instituciones educativas, así como a los méritos acumulados por personas como Antonio Belmonte. Por citar un ejemplo, el equipo directivo de este centro contactó con Rafael Calderón, primer alumno con síndrome de Down que obtenía el Título Profesional de Música en España (2010) y le invitó a compartir su experiencia con nosotros. En marzo de 2011, el joven trompeta malagueño ofreció junto a su hermano Ignacio Calderón, profesor de Ciencias de la Educación en la Universidad de Málaga, una conferencia-concierto en nuestro conservatorio. También se realizaron, antes y después, otras muchas colaboraciones siempre con el propósito de aunar esfuerzos y compartir vivencias.
Por tanto, consideramos que, sin restar un ápice de valor a lo conseguido por Antonio Belmonte, es de justicia reconocer el esfuerzo de Egor Chulkov y Pau García Palop. Como también lo es constatar, sin que esto se entienda como un agravio comparativo, que fueron ellos los primeros alumnos con TEA en obtener el título de Técnico en las Enseñanzas Profesionales de Música.
Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.