Una trágica noticia, cruel y despiadada, que ha caído como losa y ha empañado la información cofrade devolviéndonos a todos a la cruda realidad que nos rodea, tamizada en tantas ocasiones por el oropel y la fama temporal que nos hace perder la visión de lo efímera que es la existencia.
Decenas de muestras de condolencias se han multiplicado por las redes sociales, prácticamente desde el mismo instante en que la noticia se ha confirmado, evidenciando que hoy, más que nunca, todo el mundo del pentagrama late como un solo corazón, al tiempo que reza al unísono por el alma eterna de cuatro músicos cuyos sones tendrán siempre reservado un rincón en el alma de sus familiares y compañeros. Descansen en paz.