Manuel Silva nació en Castelo de Paiva (Portugal). No empezó a estudiar demasiado joven, a la edad de 13 años. Por entonces no habían demasiadas escuelas en Portugal. Se decantó por el saxofón y marchó a Oporto a estudiar con el profesor holandés Henk Van Twillert, donde terminó el Grado Superior. En Portugal todavía no se podía estudiar Grado Superior, Manuel fue de la primera promoción.
En la actualidad es director y pedagogo de la escuela de Oliveira de Azemiéis con casi 500 alumnos y 30 profesores. Es una escuela particular subvencionada por el gobierno porque al no tener escuelas propias gubernamentales, han de buscar particulares para subvencionarlas.
Prefiero la dirección a la educación
“Comencé a estudiar dirección hace unos 15 años. Mi gran amigo Paulo Martíns fue el que me inició a ello. Entre los dos creamos una escuela de dirección la “Academia Portuguesa de Banda”. He estado dirigiendo una banda 12 años (Paranos). Hemos participado en muchos certámenes, entre ellos en el de Valencia en 2019. Debido a la pandemia, dejé la dirección de esta agrupación. Ahora estoy en otro proyecto que todavía no puedo hablar de él.
Me gusta dirigir muchísimo y el trabajo de la escuela me roba mucho tiempo. Prefiero la dirección a la educación. Actualmente he comenzado de nuevo a tocar como a muchos directores les ha pasado, la pandemia nos ha retomado a la interpretación, hemos vuelto a ser intérpretes, es una actividad más en solitario.
He comenzado a tocar con amigos conocidos en la universidad de hace más de 20 años. Como ya he dicho anteriormente, la pandemia ha cambiado nuestro estilo de vida, y entre ello a resucitar muchas amistades y a pensar que la música es muy importante. El cuarteto es “Invicta Sax” INVICTA es el segundo nombre de la ciudad de Oporto.
Se ha perdido el respeto entre alumno/profesor
Dentro de la educación se ha perdido el respeto en muchos aspectos y esto me ha hecho perder la ilusión den este campo. Ocurre como aquí en España, la sociedad ha cambiado en cuanto a la relación alumno/profesor. Pienso que debemos hacer algo ante esto, la educación es principal, muy importante ante la sociedad. Algunos directores de la Asociación hemos buscado soluciones ante los diputados, no hemos de quedarnos quietos ante este problema. Hemos de cambiar el sistema educativo.
Competir no es hacerlo mejor
En cuanto a mi vida profesional me gusta mucho competir. Cuando digo “competir” no me refiero a hacerlo mejor, sino a aumentar la motivación. De ahí el participar en los certámenes. Hace unos años, en Portugal se celebraban tres certámenes, actualmente solamente se celebran dos yo organizo uno de ellos. Se realiza con la «Academia Portuguesa de Banda», una escuela de dirección. Los organizadores conocemos bien la función de los certámenes y pensamos en realizar uno, de ahí nació “Philamonia D´Or” en Santa María de Feira. El otro es en la Ciudad de Braga.
La diferencia entre los certámenes entre España y Portugal son algunas como las secciones: la académica (para las escuelas, jóvenes hasta los 20 años), esta categoría supone una gran motivación para los más jóvenes. La segunda sección (hasta 80 músicos) y la primera sección (a partir de 80). El jurado siempre es extranjero y cambia cada año. No hay ninguna banda favorita y no sabes nunca quien tiene la posibilidad de ganar. Las puntuaciones son totalmente transparentes y se puede reclamar o pedir la justificación de la puntuación de cada miembro que compone el jurado. Nunca hemos tenido ningún problema por ello. Creo que esta es una gran diferencia antes España, ya que muchas bandas españolas tienen una gran potencia, se convierten en favoritas y esto hace que otras se echen atrás a la hora de participar.
El Sistema Articulado
En cuanto al sistema de aprendizaje hay otra gran diferencia. Existe el “Sistema articulado”. ¿qué es esto?, pues consta de lo siguiente: Los niños en la escuela tienen articulada la enseñanza con las escuelas de música. El gobierno subvenciona todos los estudios musicales en los más pequeños. Uno de los problemas es que no hay plaza para todos, eso es un fallo constitucional, pues todos tienen el derecho a estudiar música. La prueba de aptitud se realiza cuando van a la universidad (cuando tienen 17 años), no tiene lógica que un niño pequeño realice una prueba cuando realmente no tiene unos conocimientos adecuados para realizarla. En mi escuela tenía casi un centenar de niños y solo han podido optar la mitad al régimen articulado. Si sus padres pueden pagar de forma particular sí lo pueden hacer, pero es muy costoso para una familia. Si quieres pagar un curso de música te supone un gasto elevado, casi como en una universidad. Aún así, este sistema que tiene el gobierno portugués es muy bueno, mucho mejor que en España, aunque sea mínimo. Da la oportunidad a niños para poder estudiar ocho años de música de forma gratuita. Solo tienen que comprar el instrumento, pero las clases no cuestan nada. Hay escuelas que tienen instrumentos y se los pueden prestar o alquilar por un precio significativo. Este es un enfoque muy bueno para las bandas de música, pues se nutren de esta enseñanza. En mi banda aprovechamos este sistema articulado y nos nutrimos de alumnos que tienen esta oportunidad, de ahí que hayamos subido mucho en cuanto a nivel y número de músicos. Siempre está el problema de aquellos que quieren seguir con el superior, pero no son el total. Con toda esta cantidad de alumnos se pueden hacer muchos proyectos, conciertos, mucha motivación para ellos como invitar a directores para estudiar diferentes formas de trabajo. Se aprende mucho de esta manera, se puede realizar un buena formación, es una escuela segura, con buenos músicos que quieren progresar. Si observamos las bandas de música portuguesas, hay pocos músicos con edad avanzada, esto es el resultado de que este sistema hace que los más jóvenes tengan siempre un progreso y los más mayores les den prioridad.
Un hecho muy importante es lo que está ocurriendo en la actualidad en Portugal. Estamos observando un cambio en la sociedad. Los padres de hoy en día se están volcando hacia la música, quieren que sus niños estudien música, les están dando verdadera importancia. El actual Ministro de Educación es una persona muy competente y eso nos ayuda mucho, da verdadera importancia a la música.
En cuanto al papel burocrático es costoso de trabajar, pero pienso que es muy importante para poder seguir adelante. Me gusta mucho trabajar por las Asociaciones, deben defenderse ,es el futuro de los músicos y de la cultura. Alguien debe de hacerlo, no me importar trabajar y luchar por ello. Nunca de debe de dejar de luchar por la educación, además de que es mi trabajo.
Volver al certamen de Valencia es una de mis ilusiones
Mi gran ilusión es tocar, dirigir y por supuesto volver a España. Participar en el Certamen de Valencia como ya hice, fue una experiencia inolvidable. Está en mi mente y volveré.
Un atrevido consejo que me gustaría dar en cuanto a los certámenes en España es que se estimen más las puntuaciones. Todos sabemos que las grandes bandas españolas son difíciles para competir, pero no por ello son siempre las mejores. Un certamen consta de un momento sobre el escenario. Es como comparar a un músico al realizar una prueba, si ponemos una cortina, solo valoras su interpretación, no al músico. Algo parecido es cuando vas a escuchar una orquesta, puedes cerrar los ojos y no saber quien es el director. Este es uno de los principales problemas de los certámenes españoles, hay bandas demasiado favoritas y esto hace que a la hora de participar otras se echen atrás. Esto desmerece a los certámenes, evita que sean más internacionales, casi se limitan a las bandas españolas, quizás por ello exista la participación reducida. En Portugal no existe ese problema, las bandas son mucho más igualitarias y llegan a concursar incluso diez en un mismo concurso.
Sé que no es fácil dar una opinión desde otro país, por eso os agradezco la oportunidad de haberme expresado en este medio de comunicación. Portugal admira a España, pero no por ello es menor.”
Manoli Aracil