Hablamos con el director de este llamativo proyecto que combina la venta de instrumentos con la enseñanza y la divulgación musical
Solano es director de Misercua, el proyecto que compagina todo ello. Desde la venta de instrumentos hasta la formación musical de niños, jóvenes y adultos. Entre medias, aún le sobra tiempo y energía para ser padre, organizar grandes saraos como el del próximo 2 de abril en el Auditorio El Batel o asistir a las reuniones de la Asociación CREA Networking.
¿Cómo surgió el proyecto de Misercua? ¿Cuántas personas lo conforman actualmente?
Comenzamos con tres o cuatro personas principiantes que nos animamos a tocar en grupo. Poco a poco, fue gustando lo que hacíamos hasta ir creciendo y convertirse en lo que es hoy día.
En la actualidad lo conforman una orquesta principiante, una juvenil, preparación a la orquesta y una profesional. Son muchos los alumnos y los profesionales que forman parte de estas orquestas y en nuestro coro.
Nuestra intención es seguir creciendo y trabajando para continuar desarrollando diferentes áreas que aún tenemos que pulir.